El gobierno de Tucumán, liderado por Osvaldo Jaldo, anunció la adquisición de 100 pistolas Taser para ser utilizadas por las fuerzas de seguridad y vigías municipales. Esta medida, que busca fortalecer la seguridad preventiva en la provincia, se suma a la iniciativa ya implementada en la Ciudad de Buenos Aires y en otras provincias como Mendoza, pionera en la incorporación de este tipo de armamento no letal en 2006.
El legislador Gerónimo Vargas Aignasse, impulsor de la ley que autoriza el uso de armas no letales, destacó la importancia de dotar a las fuerzas de seguridad de herramientas para prevenir situaciones de riesgo. «La mejor política de seguridad es la que previene las víctimas», declaró, subrayando el compromiso del gobierno provincial con la seguridad ciudadana.
Capacitación y uso responsable: pilares de la implementación
La implementación de las pistolas Taser estará acompañada de una exhaustiva capacitación a cargo del Ministerio de Seguridad. El objetivo es que las fuerzas de seguridad adquieran los conocimientos necesarios para utilizarlas de forma adecuada y proporcional a la amenaza, garantizando así la seguridad tanto de los ciudadanos como de los propios agentes.
Debate en torno a las Taser: efectividad y controversia
La incorporación de las pistolas Taser generado debate en torno a su efectividad y a su posible impacto en la salud. Si bien se consideran armas no letales, existen preocupaciones sobre los riesgos que pueden representar en casos de uso indebido o en personas con ciertas condiciones médicas.
A pesar de las controversias, el gobierno de Tucumán confía en que esta iniciativa contribuirá a disminuir la violencia y a proteger a la ciudadanía. La capacitación y el establecimiento de protocolos claros serán claves para garantizar un uso responsable y minimizar los riesgos.