Una mujer de 51 años fue arrestada junto a su hijo, acusado de violar a sus dos sobrinas, con la complicidad de la abuela. Las víctimas, de 8 y 4 años al inicio de los abusos, sufrieron durante años el calvario dentro de su propio hogar.
La localidad de Moreno, en la provincia de Buenos Aires, se encuentra conmocionada tras la detención de una mujer y su hijo, acusados de aberrantes abusos sexuales contra dos menores de edad. R.L., de 51 años, fue aprehendida por la Policía Bonaerense junto a su hijo L.Z., de 24, sospechoso de violar a sus dos sobrinas, nietas de la mujer. La investigación, a cargo de la fiscal Alejandra Piqué, revela un patrón de abuso que se extendió durante cinco años.
El macabro «juego del caballito loco»
Según la investigación, los abusos habrían comenzado en 2014, cuando las víctimas tenían 4 y 8 años respectivamente. El modus operandi del acusado consistía en llevar a las niñas al departamento de su madre, donde las sometía a vejaciones bajo la fachada de un juego llamado «caballito loco». Al principio, los abusos ocurrían con las menores vestidas, pero con el tiempo se tornaron más violentos y explícitos, llegando a la violación.
La complicidad de la abuela
Lo más escalofriante del caso es la presunta complicidad de la abuela, quien, según la investigación, estaba al tanto de los abusos y no hizo nada para detenerlos. Incluso, habría llegado a amenazar a las víctimas para que guardaran silencio. Las niñas, hoy adolescentes, sufren graves secuelas psicológicas, incluyendo síndrome depresivo y estrés postraumático.
Detalles de la investigación:
- Los abusos ocurrieron entre 2014 y 2019 en el domicilio familiar en Moreno.
- El acusado utilizaba el pretexto de un juego para abusar de sus sobrinas.
- La abuela, lejos de proteger a las víctimas, las habría amenazado para que no hablaran.
- Las víctimas sufren graves secuelas psicológicas.
La causa, caratulada como abuso sexual de menor de 13 años agravado, continúa en investigación mientras los detenidos esperan ser indagados por la Justicia. Este caso ha generado una profunda indignación en la comunidad, que exige justicia para las víctimas.