Información basada en el reporte publicado por La Gaceta, del periodista Gustavo Rodríguez.
Tucumán vive horas de fuerte repercusión tras confirmarse que el niño de 10 años hallado sin vida en una vivienda de Paraguay al 100, en el barrio Villa 9 de Julio, fue víctima de un homicidio. El principal investigado es un adolescente de 16 años, ya demorado, cuya situación procesal será evaluada en las próximas horas por la Justicia.
Un entorno familiar atravesado por la vulnerabilidad
De acuerdo con la reconstrucción de los investigadores, la víctima vivía junto a sus dos hermanos de 15 y 6 años bajo el cuidado de su tío abuelo, un hombre de 65 años. Los niños estaban a su cargo debido a que su madre los habría abandonado y su padre había fallecido tiempo atrás.
El adolescente ahora señalado como presunto autor del crimen mantenía una relación cercana con ellos. Vecinos indicaron que era habitual verlos jugar juntos todos los días en la zona.
La noche previa y la llamada que reveló el hecho
El domingo por la tarde, el grupo estuvo recorriendo el barrio y compartiendo actividades. Como solía ocurrir, el joven sospechado se quedó a dormir en la casa.
A las 7 de la mañana del lunes, el adolescente llamó al 911 para alertar que “algo malo había pasado”. Según fuentes policiales citadas por La Gaceta, primero sugirió que el niño podría haber fallecido por asfixia, pero luego admitió ser el autor del hecho e indicó dónde se encontraba el cuerpo.
Los policías lo localizaron y se dirigieron con él hasta la vivienda. Al llegar, informaron la situación al tío abuelo antes de ingresar a la habitación donde dormían los menores. Allí, al encender la luz, dos de los hermanos despertaron. El tercero no reaccionó. Personal del Sistema de Emergencias 107 confirmó el fallecimiento.
Peritajes en curso y hermetismo oficial
El Equipo Científico de Investigación Fiscal (ECIF) continúa realizando estudios en la casa. Las primeras hipótesis apuntan a una muerte por asfixia, aunque los investigadores aún no determinaron si existió otro tipo de ataque. Por la sensibilidad del caso, toda la investigación se desarrolla bajo estricto hermetismo.
El fiscal Pedro Gallo tomó intervención de inmediato y ordenó el traslado del adolescente al Centro de Admisión y Derivación (CAD), donde permanece aislado de otros jóvenes mientras especialistas elaboran informes clave para definir si es imputable.
La situación del adolescente y los informes que definirán su futuro judicial
Hasta el momento no existe información oficial que confirme que el joven padeciera alguna patología psiquiátrica. Su hermana declaró que “por momentos era agresivo” y que había atravesado episodios depresivos, pero será la evaluación forense la que determine si comprendía la criminalidad de sus actos.
Por su edad 16 años debe responder penalmente, a menos que la Justicia concluya que es inimputable. El caso será analizado por un juez de Niños, Niñas y Adolescentes.
Un barrio que pide respuestas
El hecho impactó fuerte en Villa 9 de Julio y reavivó el debate sobre la protección de menores en entornos vulnerables. Vecinos, familiares y referentes sociales exigen claridad sobre un episodio tan doloroso como complejo, mientras aguardan las definiciones judiciales que permitirán entender lo ocurrido.

