A pesar del operativo «Ciudad seca» implementado por la SAT hace seis meses, la ciudad de Alberdi vuelve a sufrir el desborde de líquidos cloacales, generando un grave problema sanitario y ambiental que afecta la calidad de vida de los residentes.
Comerciantes como Emiliano Robín, propietario de una confitería en el centro, se ven obligados a cerrar sus puertas debido a la imposibilidad de habilitar los baños para los clientes. «Estos dramas nos desalientan a seguir en la actividad», expresó Robín, quien se ha convertido en vocero del descontento de otros comerciantes afectados.
Vecinos de diferentes barrios también sufren las consecuencias de esta problemática. Fabio Burgos, residente del barrio Oeste, denuncia que el colapso de las cloacas está afectando la estructura de su vivienda y generando problemas de humedad y olores nauseabundos.
La vivienda de la familia Burgos
La semana pasada, los vecinos de la calle Lídoro Quinteros al 1400 realizaron una protesta para exigir una solución definitiva. «Cada vez que salimos a protestar, los operarios vienen, desobstruyen la cañería rápido y se van. Pero no regresan a cambiar la cañería, que es lo que se necesita», manifestó Adolfo Flores, uno de los vecinos afectados.
Ante la creciente preocupación de la comunidad, el Concejo Deliberante de Alberdi aprobó por unanimidad un proyecto de resolución que reclama a las autoridades de la SAT una solución urgente a la congestión del sistema cloacal.
El intendente Luis Campos se reunió con el titular de la SAT, Marcelo Caponio, para transmitirle la preocupación de los vecinos. Según Campos, las obras de las colectoras de las calles San Martín y Lídoro Quinteros dependen de la obtención de recursos en Buenos Aires. Mientras tanto, se espera la llegada de un camión desobstructor para paliar la situación.
La comunidad de Alberdi exige soluciones concretas y definitivas a este problema recurrente que afecta su salud, su calidad de vida y el desarrollo económico de la ciudad.