Ángel continúa con su lucha para reincorporarse a su trabajo

Ángel Damian Acosta, era trabajador de la fábrica de Topper en Aguilares y se desempeñaba como pegador. El hombre ingresó a trabajar primeramente con un contrato de 6 meses en el año 2015. Después volvió el 1 de septiembre del 2020 y fue despedido formalmente el pasado martes 28 de noviembre de la empresa de manera inesperada.

«El día viernes me dieron la mala noticia que quedaba desvinculado de la empresa, pero me dijeron que es un despido sin causa, que estaban acomodando algunas cosas, en eso, el personal», indicó Ángel.

«Yo estoy a cargo de mi familia, tengo mi hijo con discapacidad IRF2BPL (NEDAN) . No puedo aceptar que me despidan. Me cortan todo porque tampoco no cobra ningún tipo de pensión», explicó.

El síndrome de trastorno del neurodesarrollo regresivo-distonia-crisis asociado al gen IRF2BPLE, es un trastorno neurológico poco frecuente de carácter genético caracterizado por el inicio en la infancia de una regresión grave del desarrollo neurológico global con pérdida de la marcha independiente, del lenguaje y de las habilidades motoras finas y gruesas, y el desarrollo de disfagia grave que requiere alimentación por sonda, crisis epilépticas, síndrome cerebeloso, distonía y otras manifestaciones neurológicas.

Con relación a su despido, djo que «el sábado me presenté a trabajar, ya que no tenía ningún telegrama de despido en mis manos. Cuando estaba haciendo mi tarea llegaron de la seguridad de la empresa y me llamó el jefe de Recursos Humanos donde me dijo que no lo complicara porque pasaría vergüenza al frente de mis compañeros».

«El dia lunes cuando llego a trabajar me encuentro con un terrible cordón policial, en donde me estaban esperando. Cuando quise entrar a trabajar no me dejaron», continuó con su testimonio.

«El mismo día envié un telegrama obrero pidiendo que me incorporen nuevamente a la empresa, ya el martes me llegó el telegrama despido», comentó.

«Yo contesté a esto que me negaba al despido, lo que quiero es que me incorporen nuevamente. De igual manera, adjunte el problema de mi hijo y el daño que me ocasiona quitarme la obra social, hasta el momento no recibimos ninguna respuesta», dijo.

«Es lamentable porque tuve total abandono por parte del gremio. La verdad que a veces los compañeros al no saber hasta donde puede llegar la fuerza del sindicato tienen miedo, una corporación totalmente ausente. El día lunes se hicieron presente porque iba con mi hijo y por lo que estaban los medios», finalizó.