El Xeneize quedó afuera tras igualar 1-1 con el Auckland City y la victoria del Benfica frente al Bayern Múnich. El equipo de Russo no pudo concretar el milagro que necesitaba.
El sueño de Boca en el Mundial de Clubes llegó a su fin. El empate 1-1 ante el Auckland City, sumado al triunfo de Benfica por 1-0 frente al Bayern Múnich en Charlotte, sellaron la eliminación del equipo argentino, que ya no tenía margen de error tras las primeras dos fechas.
El conjunto dirigido por Miguel Ángel Russo debía golear al conjunto neozelandés y esperar un traspié del Benfica para mantener esperanzas. Pero nada de eso ocurrió: aunque Boca abrió el marcador con un cabezazo de Di Lollo tras un error del arquero Garrow, el equipo no logró sostener el resultado. Gray, sobre el cierre del primer tiempo, marcó el empate para el Auckland City, en un partido que fue suspendido por una tormenta eléctrica sobre Nashville y que se reanudó ya sin chances para los argentinos.
La campaña de Boca dejó más frustración que alegrías. Comenzó con una ilusión tras ponerse 2-0 ante el Benfica en el debut, pero terminó cayendo 2-3. Luego llegó el duro cruce con el Bayern Múnich (1-2) y finalmente el empate con Auckland, que dejó una pálida imagen. El Xeneize mostró dificultades defensivas y careció de la contundencia necesaria para pelear la clasificación.
La eliminación deja al equipo y a los hinchas con sabor amargo, luego de un torneo en el que se esperaba más, sobre todo frente a rivales que, al menos en los papeles, parecían accesibles.