La movilidad urbana, vista como una pequeña parte de la movilidad humana, muestra su rostro más crudo en las estadísticas de los siniestros de tránsito. En Tucumán, los accidentes viales se han convertido en una verdadera epidemia, con un promedio de 40 personas lesionadas por día. De esa cifra, el 5% fallece y un 7% queda con discapacidades permanentes.
Según el Sistema de Gestión Hospitalaria (SGH), que nuclea a los ocho principales hospitales públicos de la provincia, el 82% de los siniestros involucra a motociclistas, ya sea en colisiones con otros vehículos o en incidentes en soledad. Los autos y camionetas representan el 10%, los peatones el 4%, las bicicletas el 3% y los camiones y colectivos apenas el 0,4%.
El impacto económico también es grave. Solo en atención médica de urgencia, el Estado provincial gasta un mínimo de $17 millones por día, lo que representa más de $500 millones mensuales y más de $6.000 millones por año. Estos números excluyen otros costos como el traslado en ambulancia, los daños materiales o las internaciones prolongadas.
Cada paciente accidentado cuesta, en promedio, $430.000 por día, con casos que van desde $130.000 por una atención en guardia, hasta $11 millones por 15 días de internación.
El costo humano, sin embargo, es incalculable. Más de la mitad de los siniestros involucran a personas menores de 30 años, y el 70% son hombres. Por cada fallecido, hay al menos 35 personas con lesiones o discapacidades, lo que genera consecuencias familiares, sociales y económicas que no figuran en los registros oficiales.
«La movilidad es parte esencial de la vida, pero también una de las fuentes más frecuentes de sufrimiento», afirman desde el sector sanitario. Cada choque, aunque parezca leve, tiene el potencial de alterar para siempre la vida de una persona y su entorno.