La pretensión de pena es de prisión perpetua para la pareja que tenía la guarda de la menor de 4 años, cuyos restos fueron hallados carbonizados en el puente del río Colorado, en julio del 2021.
Este viernes, por pedido de la Unidad Fiscal de Homicidios I, conducida por Ignacio López Bustos, se llevó a cabo una audiencia a los fines de requerir la prórroga de las prisiones preventivas que vienen cumplimiento los tres imputados en el aberrante caso por la muerte de Rocío Milagros Rojas, de 4 años de edad. Ellos son Edgardo Hernán Caro, su pareja María Carolina Graneros y el yerno de ésta, Mauro Leonel Veliz.
“A lo largo de esta investigación, que fue declarada como asunto complejo, se han podido recabar datos, testimonios, pruebas genéticas y periciales que dan cuenta de la participación de los imputados en el hecho. Incluso hay declaraciones de los propios acusados que dan cuenta de lo que ha sucedido ese día”, manifestó el auxiliar de fiscal, Guillermo Di Lella, durante la audiencia.
Asimismo, el investigador informó que está listo el requerimiento de apertura a juicio, es decir, que la investigación por parte del Ministerio Fiscal ya concluyó. En tal sentido, fue trascendente el rol que cumplió el Equipo Científico de Investigaciones Fiscales del MPF con casi todas sus Departamentos. Los escasos restos óseos que se recuperaron fueron analizados por Antropología Forense del ECIF, para corroborar que pertenecían a la infortunada Rocío.
Presos hasta el debate
Por otro lado, el representante de la Fiscalía pidió que se extiendan las prisiones preventivas de los tres acusados por el plazo de seis meses, al considerar que “se mantienen vigentes” los riesgos de peligro de fuga y entorpecimiento de la causa. La jueza resolvió aceptar todo lo requerido.
A su vez, Di Lella señaló que la pena en expectativa para Caro y Graneros es de prisión perpetua, mientras que con respecto a Veliz el MPF demandará una condena de prisión efectiva (en su caso podría haber un juicio abreviado).
Cabe mencionar que los delitos endilgados son los siguientes:
Caro: homicidio agravado por alevosía, ensañamiento, femicidio y criminis causa, en concurso real con lesiones y abuso sexual con acceso carnal agravado; Graneros: homicidio agravado por alevosía, ensañamiento y criminis causa, en concurso real con lesiones; y Veliz: encubrimiento agravado.
El caso
A partir de marzo del año 2021, en circunstancias que Rocío estaba viviendo en un domicilio de la ciudad de Lules, a cargo Graneros y su pareja Caro, la niña fue sometida por parte de ambos y en reiteradas ocasiones a maltratos crueles e inhumanos. Estos consistían en golpearla en distintas partes del cuerpo, pellizcos en sus brazos y en su cara, someterla a situaciones humillantes, obligándola a arrodillarse en maíz, a sostener mitades de ladrillos en sus manos, abandonándola en múltiples oportunidades al frío y desnuda en el patio de su casa a la madrugada y arrojándole agua fría mientras le recriminaba que se hacía sus necesidades encima.
Hasta que el 30 de junio de 2021, mientras la menor se encontraba en una cama, Caro la abusó sexualmente durante la tarde y nuevamente en horas de la noche. A continuación, frente al estado deplorable en que se encontraba la niña por los maltratos conferidos y la agresión sexual sufrida, la misma se descompensó, por lo que Caro y Graneros, cargaron a la niña en una moto y la trasladaron hasta un terreno ubicado en el asentamiento San Ramón (La Reducción, Lules). Allí la tiraron en un pozo cavado para letrina y la prendieron fuego produciéndole la muerte de la niña.
A continuación, se retiraron del lugar, regresando Graneros a su vivienda en busca de colaboración para hacer desaparecer los restos de Rocío, mientras que Caro se dirigió hacia su lugar de trabajo. Graneros buscó a Veliz, y ambos fueron en la misma moto al terreno. Una vez allí quemaron los restos, los cargaron en bolsas de tipo arpillera y los trasladaron hasta abajo del puente del Río Colorado. Ambos continuaron prendiéndole fuego para eliminar todo tipo de rastros y finalmente arrojaron los restos al río, dándose a la fuga del lugar.
Tras ello, Graneros denunció falsamente la desaparición de la menor y Veliz aportó información falsa con el objeto de desviar el curso de la investigación y reforzar el encubrimiento.