Brenda Agüero, una enfermera del Hospital Materno Neonatal de Córdoba, se sienta hoy en el banquillo de los acusados, señalada como la responsable de la muerte de cinco recién nacidos y de intentar asesinar a otros ocho. Un jurado popular deberá determinar su culpabilidad o inocencia en uno de los casos más escalofriantes de la historia criminal argentina.
La Fiscalía sostiene que Agüero inyectaba potasio a los bebés sanos para provocarles paros cardiorrespiratorios. Su supuesto objetivo: ser la primera en dar aviso y así destacarse frente a sus compañeros. «Buscaba reconocimiento a través del horror», afirmaría luego el fiscal Raúl Garzón, quien lideró la investigación.
El caso conmocionó a la sociedad cordobesa en 2022, cuando una serie de muertes inexplicables de recién nacidos encendió las alarmas en el hospital. Los bebés, que habían nacido sanos, presentaban pinchazos inexplicables y niveles anormalmente altos de potasio en sangre.
La investigación se extendió más allá de Agüero, involucrando a otros diez imputados, entre ellos médicos, autoridades del hospital y el ex ministro de Salud provincial, Diego Hernán Cardozo. La Justicia intentará determinar si hubo negligencia o encubrimiento por parte de las autoridades sanitarias.
La defensa de Agüero, por su parte, apunta a la presencia de medicamentos vencidos en el hospital, incluyendo vitamina K, y a descartar la presencia de la enfermera en el lugar y momento de los fallecimientos.
El juicio, que se desarrollará en la Cámara en lo Criminal y Correccional de la 7ª Nominación de Córdoba, se promete largo y complejo.