El caso que conmovió al barrio Francisco I, al suroeste de la capital tucumana, llegó a su cierre judicial. Este martes 9 de septiembre, en audiencia, se formalizó un juicio abreviado contra Samanta Elizabeth Cisterna (29), alias “Ely”, y Alexander Nahuel Pereyra (24), quienes reconocieron su responsabilidad en la balacera que terminó con la vida de Miguel Antonio Pache (29).
La audiencia y los cargos
La auxiliar fiscal Luz Becerra, de la Unidad Fiscal de Homicidios II, explicó que la reformulación de cargos se debió al resultado de la última pericia del Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF).
“El estudio concluyó que no es posible determinar si el disparo que mató a Pache provino del arma calibre .380 de Cisterna o de la pistola 9mm que portaba Pereyra. Ambos tenían línea de tiro hacia la víctima, que se encontraba en la vereda de su casa, a dos domicilios del lugar del conflicto”, señaló.
El informe balístico confirmó además que el proyectil atravesó el cuerpo de la víctima y no pudo ser recuperado. “Los calibres .380 y 9mm tienen circunferencia similar; solo difieren en el largo”, agregó Becerra.
Las condenas
La Justicia consideró a Cisterna y Pereyra coautores del delito de homicidio en riña agravado por el uso de arma de fuego, en concurso ideal con abuso de arma. En el caso de Cisterna, se sumó también el cargo de lesiones leves contra una vecina.
Ambos imputados reconocieron su culpabilidad y pactaron penas de ejecución condicional:
Cisterna: 3 años de prisión en suspenso.
Pereyra: 2 años y 8 meses condicional.
Además, deberán cumplir reglas de conducta y abonar un resarcimiento económico de $7.000.000 a la madre de la víctima: $3 millones a cargo de Cisterna y $4 millones de Pereyra.
El juez Fernando Zottoli declaró admisible el acuerdo y lo dio por homologado.
El origen del conflicto
La investigación reconstruyó que la tragedia comenzó el 7 de noviembre de 2024 por un cruce en Facebook entre adolescentes.
Ese día, alrededor de las 14:00, una mujer llegó en moto con su hija de 9 años a la casa de Cisterna para reclamar por los insultos virtuales. Tras una discusión, “Ely” la atacó con un tenedor, provocándole lesiones faciales.
La víctima volvió a su casa y avisó a sus familiares. Poco después, su pareja Pereyra se presentó en el lugar montado a caballo y armado con una pistola 9mm. Desde la galería, Cisterna respondió con su arma calibre .380.
El enfrentamiento se extendió en plena calle: Cisterna disparaba desde su vivienda y Pereyra desde la esquina oeste. En medio del caos, se sumaron familiares de la mujer agredida, hacia quienes también se efectuaron disparos.
Fue en ese contexto que Miguel Pache, que estaba sentado frente a su vivienda, recibió un tiro en el tórax. Trasladado de urgencia al hospital Padilla, murió antes de recibir asistencia médica.
Cierre judicial
El caso concluye con un juicio abreviado que evitó un debate oral y público. Aunque los imputados no irán a prisión, la sentencia incluye reglas de conducta y una reparación económica significativa.
La madre de Pache recibirá $7 millones, monto que busca, al menos en parte, mitigar el daño causado por una disputa vecinal que se inició en redes sociales y terminó en tragedia.