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Condenaron a un sacerdote en Santa Fe por abusar de un adolescente en un campamento scout en Córdoba

Marcelo Ferrero (47), expárroco de Ramona, recibió una pena de tres años de prisión en suspenso tras admitir el abuso. La Justicia le impuso además la inhabilitación perpetua para ejercer el sacerdocio.

Un sacerdote de la diócesis de Rafaela fue condenado por abuso sexual contra una menor de edad durante un campamento scout realizado a principios de este año en la provincia de Córdoba. Se trata de Marcelo Ferrero, de 47 años, quien reconoció su culpabilidad en el marco de un juicio abreviado.

El hecho ocurrió en enero de 2025, durante el campamento de cierre anual del grupo scout de la localidad santafesina de Ramona, al que habían asistido alrededor de 110 personas. La víctima, oriunda de esa misma localidad, participaba de la actividad en la ciudad cordobesa de Río Ceballos, cuando fue atacada por el religioso.

El proceso judicial se llevó adelante en los tribunales de Rafaela, donde el juez Javier Bottero dictó la condena por el delito de abuso sexual simple agravado por la condición del autor como ministro de culto. La investigación fue encabezada por la fiscal Flavia Burella, del Ministerio Público de la Acusación (MPA).

La pena impuesta fue de tres años de prisión condicional, lo que significa que Ferrero no quedará detenido, pero deberá cumplir una serie de medidas accesorias. Entre ellas, se dispuso la inhabilitación perpetua para ejercer el sacerdocio, la prohibición de ingresar a la localidad de Ramona, la obligación de residir en Córdoba durante el período de condena, y la asistencia obligatoria a talleres sobre nuevas masculinidades.

El accionar de la Iglesia

Tras conocerse la sentencia, el Obispado de Rafaela emitió un comunicado en el que expresó “dolor y perplejidad” por lo sucedido y confirmó que se activaron los protocolos internos previstos para este tipo de casos. “Se decidió tomar contacto con los familiares de la víctima, informándoles del derecho que les asiste para realizar la correspondiente denuncia ante la Justicia”, señaló el texto oficial.

Asimismo, se indicó que el obispo diocesano dispuso el cese inmediato de Ferrero en todas sus funciones pastorales, su traslado fuera de la localidad donde ejercía y la prohibición de contacto con la víctima, sus familiares, menores de edad o testigos. “El obispado queda a disposición de la Justicia en todo lo que se requiera”, concluyó el mensaje firmado por el Área de Comunicación y la Comisión de Protección de Menores y Adultos Vulnerables de la diócesis.

Un recorrido extenso dentro de la Iglesia

Marcelo Ferrero nació en Rafaela y desarrolló su ministerio durante casi tres décadas en diferentes comunidades de la provincia de Santa Fe. A lo largo de su trayectoria, pasó por parroquias de Tacural, Ceres, San Vicente y, más recientemente, Ramona, donde había asumido como párroco el 5 de abril de 2024.

El caso vuelve a poner en agenda la problemática del abuso dentro de instituciones religiosas y el accionar de la Iglesia frente a este tipo de delitos. Aunque Ferrero fue apartado de sus funciones y condenado por la Justicia, el hecho dejó un fuerte impacto en la comunidad local y reavivó el debate sobre las responsabilidades institucionales en la protección de niños, niñas y adolescentes.

 

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