La ciudad de Santa Fe se encuentra conmocionada por el asesinato de Jeremías Monzón, un adolescente que fue atacado con extrema violencia y murió tras recibir más de 20 puñaladas. El crimen, ocurrido en los últimos días, es investigado por la Justicia provincial bajo una hipótesis que no descarta la participación de más de una persona y la posible existencia de un registro audiovisual del ataque.
El cuerpo del joven fue hallado con múltiples heridas de arma blanca, lo que evidenció desde el primer momento un nivel de agresión inusitado. Según fuentes judiciales, las lesiones se concentraron en distintas partes del cuerpo, lo que refuerza la sospecha de un ataque sostenido y no de un hecho aislado o impulsivo.
La investigación quedó en manos del Ministerio Público de la Acusación, que trabaja para reconstruir las últimas horas de Jeremías y determinar el contexto en el que se produjo el crimen. Entre las líneas que se analizan se encuentra la posibilidad de que el ataque haya sido grabado, una hipótesis que surgió a partir de testimonios y del análisis de dispositivos electrónicos.
En el marco de la causa, los investigadores realizan peritajes sobre teléfonos celulares y cámaras de seguridad de la zona, al tiempo que avanzan con la toma de declaraciones a personas del entorno de la víctima. Hasta el momento no se descartan nuevas detenciones y el caso permanece bajo estricto hermetismo.
El crimen generó una profunda consternación entre familiares, amigos y vecinos, quienes expresaron su dolor y reclamaron justicia. El asesinato de Jeremías vuelve a poner en el centro del debate la violencia extrema entre jóvenes y la necesidad de respuestas urgentes para prevenir hechos de esta magnitud.
Mientras la causa avanza, la Justicia busca esclarecer no solo quiénes fueron los responsables, sino también qué motivó un ataque de tal brutalidad, que hoy sacude a toda la provincia de Santa Fe.