Elizabeth Galindo Mamani, delegada de un comedor del Polo Obrero, admitió ante la Justicia haber extorsionado a beneficiarios del programa Potenciar Trabajo, exigiendo un porcentaje mensual de sus ingresos. La confesión se produjo durante la ronda de indagatorias iniciada el martes contra integrantes y dirigentes del Polo Obrero acusados de extorsión y amenazas.
Mamani, quien se desempeñaba como delegada en el comedor Rivadavia 1, es la única de las cuatro dirigentes citadas que aceptó responder preguntas. Las otras tres se negaron a declarar.
Esta causa se enmarca en una investigación más amplia sobre una posible defraudación al Estado por parte del Polo Obrero, liderado por Eduardo Belliboni, que habría desviado fondos destinados a planes sociales hacia empresas acusadas de emitir facturas falsas.
La confesión de Mamani representa un avance significativo en la investigación y podría tener implicaciones para otros miembros de la organización.