El papa León XIV canonizó a Carlo Acutis, el «santo de internet»

Una ceremonia histórica en la Plaza de San Pedro

Este domingo, el papa León XIV presidió en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano, su primera ceremonia de canonización, en la que declaró santos a Carlo Acutis y a Pier Giorgio Frassati. Ante decenas de miles de fieles, el pontífice convirtió a Acutis en el primer santo millennial de la historia, reconociendo su vida de fe, su compromiso con la Iglesia y el uso de la tecnología para difundir la enseñanza católica.

El joven que evangelizó en la era digital

Carlo Acutis nació en 1991 en Londres, en el seno de una familia italiana que se encontraba temporalmente en el Reino Unido por motivos laborales. Poco después, se trasladaron a Milán, donde Carlo creció y comenzó a mostrar un amor especial por la informática y la fe católica.

Apasionado por los videojuegos y la programación, Acutis utilizó sus conocimientos técnicos para crear sitios web que documentaban “milagros eucarísticos” alrededor del mundo, lo que le valió el apodo de “el influencer de Dios”. Falleció en 2006, a los 15 años, víctima de una leucemia fulminante.

Un ejemplo para los jóvenes

Durante la homilía, el papa León XIV subrayó la vigencia del testimonio de Acutis y de Frassati, el joven estudiante y alpinista fallecido en 1925:

“Los santos Pier Giorgio Frassati y Carlo Acutis son una invitación para todos nosotros, sobre todo para los jóvenes, a no malgastar la vida, sino a orientarla hacia lo alto y hacer de ella una obra maestra”.

El pontífice agregó que ambos recordaban constantemente que Dios debía estar en el centro de todas las acciones humanas.

Entre los presentes, muchos jóvenes manifestaron la inspiración que les transmite la figura de Acutis. “Carlo fue un ejemplo para mí, porque supo combinar su vida cotidiana —la escuela, el fútbol y su pasión por la informática— con una fe inquebrantable”, dijo Filippo Bellaviti, de 17 años, a la agencia AFP.

De Asís a Londres: los lugares de peregrinación

El cuerpo de Carlo Acutis reposa en la ciudad italiana de Asís, un lugar que se convirtió en centro de peregrinación para más de un millón de personas desde el anuncio de su canonización. Conservado en cera, su sepulcro recibe a fieles de todo el mundo.

En Londres, donde fue bautizado en la Iglesia de Nuestra Señora de los Dolores, también creció la devoción. En un antiguo confesionario de ese templo, se habilitó un santuario con un relicario que guarda un mechón de su cabello.

El camino hacia la santidad

La madre de Carlo, Antonia Salzano, desempeñó un papel clave en el proceso de canonización. Tras la muerte de su hijo, emprendió una cruzada de fe visitando iglesias en distintos continentes y difundiendo su historia.

El Vaticano reconoció los milagros atribuidos al joven, entre ellos el testimonio de una mujer que, tras rezar en su funeral, vio desaparecer un cáncer de mama antes de comenzar la quimioterapia.

Una canonización marcada por la transición papal

La canonización de Carlo Acutis estaba prevista originalmente para fines de abril de 2025, pero fue pospuesta tras el fallecimiento del papa Francisco. Finalmente, León XIV, en su primera ceremonia de canonización, lo declaró santo, marcando un hito en la historia reciente de la Iglesia Católica: el reconocimiento a un joven que supo vivir su fe en el corazón de la era digital.