En juego está nada menos que el futuro del país, entre dos modelos diametralmente opuestos y con dos sectores ideológicos definidos. Por un lado, el actual presidente Nicolás Maduro, en el poder desde 2013 y que aspira a un nuevo mandato de seis años, y por el otro, el principal candidato opositor, Edmundo González Urrutia, de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), la mayor coalición “antichavista”.
– Si bien hay otros ocho postulantes, a quienes la dirigencia opositora califica de “alacranes” (colaboracionistas del gobierno), la elección estará centrada entre esos dos candidatos. Para el “chavismo”, se trata de elegir entre “paz o guerra”. Para la oposición, entre “democracia o dictadura”.
– Más de 21 millones de electores están convocados a votar en estas elecciones. Pero de los más de cinco millones de emigrados habilitados a emitir el voto en el exterior, solo 69.000 lograron sortear las distintas trabas burocráticas para anotarse en el registro electoral, menos incluso que los 110.000 que lo hicieron en las últimas elecciones.
Los comicios serán seguidos por un puñado de observadores internacionales de Naciones Unidas y Brasil y varias organizaciones afines al “chavismo”, pero sin la participación de la Unión Europea (UE), en medio de fuertes presiones al gobierno por llevar adelante elecciones limpias y transparentes.
“La palabra es incertidumbre. Por primera vez en mucho tiempo es difícil proyectar porque hay demasiadas variables a analizar y todas contradictorias”, resumió a TN el analista político venezolano, Luis Vicente León, director de la encuestadora Datanálisis.
Maduro votó pasadas las 7:00 de este domingo y aseguró que garantizará la paz en las elecciones. «Tengan la seguridad que mañana, cuando estemos amaneciendo, entre copas y amaneceres, habrá paz en Venezuela: es nuestra misión», sostuvo.