En un lapso de apenas 72 horas, la Gendarmería Nacional asestó dos golpes contundentes al narcotráfico, deteniendo a tres individuos oriundos de Tucumán y confiscando un total de 77 kilogramos de cocaína. Los operativos, llevados a cabo en el estratégico puesto de control de El Naranjo, revelaron sofisticadas metodologías de ocultamiento de la droga.
El primer procedimiento tuvo lugar el viernes por la mañana en el control ubicado en la intersección de las rutas 9 y 34. Allí, los gendarmes interceptaron dos camionetas y, tras una minuciosa inspección, descubrieron 51 kilos de cocaína ingeniosamente ocultos en compartimentos modificados dentro de los neumáticos de los vehículos. En este operativo, resultaron detenidas tres personas: una pareja de Santiago del Estero y un hombre de nacionalidad tucumana, cuyas identidades aún no han sido reveladas.
Las primeras pesquisas sugieren que la droga habría sido cargada en la ciudad salteña de Orán y que los detenidos formarían parte de una organización dedicada al tráfico de cocaína a gran escala, con presuntos destinos en las provincias de Córdoba y Buenos Aires. La modalidad de ocultamiento en neumáticos modificados no es nueva en la región, recordando un operativo similar ocurrido en septiembre pasado en General Pizarro, Salta, donde se incautaron 110 kilos de la misma sustancia y se detuvo a tres personas. En aquel caso, la droga tendría como destino una vivienda en Yerba Buena, Tucumán, lo que refuerza la hipótesis de que la provincia es un punto clave en la ruta del narcotráfico.
Las investigaciones también han vinculado a Tucumán con la logística del narcotráfico. En un allanamiento realizado en Río Seco, se descubrió un taller clandestino que aparentemente se dedicaba a la modificación de neumáticos para ocultar estupefacientes. Este hallazgo derivó en la detención del empleado judicial Lucas Luna Sosa, Damián Exequiel Chico y Héctor Raúl Prado, todos tucumanos. La trama se complejiza al surgir la figura de Mariano Santillán, hermano de un comisionado santiagueño, quien presuntamente traficaba droga desde la frontera norte para luego «enfriarla» en Tucumán antes de ser acondicionada para su distribución en otras provincias.
El segundo golpe al narcotráfico se concretó el domingo, nuevamente en el puesto de control de El Naranjo. En esta ocasión, los gendarmes interceptaron un vehículo en el que viajaba una familia tucumana, logrando decomisar 26 kilos de cocaína. La pareja que viajaba en el automóvil fue detenida, mientras que sus dos hijos menores fueron entregados a otros familiares.
Con estos dos importantes secuestros, la cantidad de cocaína decomisada en lo que va del año con destino a Tucumán asciende a 254 kilogramos. Esta cifra evidencia la intensa actividad del narcotráfico en la región, aunque también la efectividad de los operativos de las fuerzas de seguridad. Durante todo el año pasado, se incautaron un total de 497 kilos de esta droga en la provincia.
Información de La Gaceta