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La causa por el crimen de Miguel Pache concluyó con un juicio abreviado: el abogado Juan Nicolás Díaz destacó la complejidad del proceso

El proceso judicial por el homicidio de Miguel Antonio Pache (29), ocurrido el 7 de noviembre de 2024 en el barrio San Francisco I de la capital tucumana, llegó a su fin la semana pasada con la firma de un juicio abreviado que alcanzó a los dos imputados: Samantha Elizabeth Cisterna y Alexander Pereyra.

Ambos aceptaron la responsabilidad en el marco de un homicidio en riña, previsto en el artículo 95 del Código Penal, y recibieron condenas de ejecución condicional, lo que les permitirá continuar en libertad bajo estrictas reglas de conducta y con la obligación de resarcir económicamente a la familia de la víctima con una suma de cuatro millones de pesos.

Un caso “de laboratorio”

En diálogo con Noticiasdelinterior.com.ar, el abogado penalista Juan Nicolás Díaz, defensor de Alexander Pereyra, explicó que se trató de una causa de enorme complejidad técnica:

“El caso fue considerado de laboratorio, porque ninguna de las pericias pudo determinar con certeza quién disparó el proyectil mortal. Lo que se estableció es que tanto Cisterna como Pereyra tenían línea de tiro hacia la víctima”, señaló.

La investigación inicial había imputado a Pereyra por abuso de arma de fuego en perjuicio de Cisterna. Sin embargo, las reconstrucciones posteriores de la dinámica del hecho cambiaron el rumbo del proceso. “Al no poder determinar con precisión quién provocó la muerte, la fiscalía y las defensas coincidieron en subsumir el accionar en la figura de homicidio en riña”, explicó Díaz.

Salida alternativa y reglas de conducta

El acuerdo alcanzado permitió que Pereyra, de condición primario, no reciba una pena de prisión efectiva. Según precisó su abogado, el imputado deberá cumplir reglas de conducta bajo el control de la Oficina de Ejecución de Sentencias, el Patronato y un equipo interdisciplinario, además de la supervisión de su defensa técnica.

“Desde el inicio del proceso mi defendido estuvo en libertad con medidas menos gravosas, y ahora continuará bajo un régimen más estricto. Nos comprometemos a acreditar ante el juez de ejecución el cumplimiento de cada una de esas obligaciones”, añadió Díaz.

Un precedente para futuros casos

El letrado destacó además la relevancia jurídica del fallo:

“No existen antecedentes en Tucumán de un caso en el que, ante la imposibilidad de atribuir el disparo fatal a uno de los intervinientes, se haya resuelto mediante un juicio abreviado encuadrando la conducta en homicidio en riña. Esto sienta un precedente importante para resolver hechos similares en el futuro”.

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