El Vaticano confirmó oficialmente el fallecimiento del pontífice argentino este lunes a las 7:35 (hora de Roma), en su residencia de la Casa Santa Marta.
Este lunes 21 de abril de 2025, el mundo despertó con una noticia que conmueve profundamente a la Iglesia Católica y a millones de fieles: falleció el Papa Francisco, a los 88 años. La Santa Sede emitió un comunicado oficial detallando que Jorge Mario Bergoglio murió a las 7:35 (hora local de Roma) a causa de un ictus cerebral (derrame cerebral) que derivó en coma y un colapso cardiorrespiratorio irreversible.
El boletín médico, firmado por el Director de la Dirección de Sanidad e Higiene del Vaticano, Andrea Arcangeli, también indicó que el pontífice sufría de patologías previas como insuficiencia respiratoria aguda, bronquiectasias múltiples, hipertensión arterial y diabetes tipo II.
Francisco había sido hospitalizado por más de cinco semanas en marzo debido a una doble neumonía, y aunque había recibido el alta recientemente, su salud continuaba en estado delicado.
Tras el anuncio de su muerte, se activó el protocolo de “Sede Vacante”, que da inicio al proceso para la elección de un nuevo Papa a través del cónclave de cardenales.
Un legado histórico
Nacido en Buenos Aires el 17 de diciembre de 1936, Bergoglio se convirtió en el primer Papa latinoamericano en la historia y el primero perteneciente a la Compañía de Jesús. Su pontificado se destacó por un fuerte énfasis en la humildad, la cercanía con los más pobres, las reformas internas y su compromiso con temas sociales como el cambio climático, la migración y la paz.
Francisco también fue un ferviente defensor del diálogo interreligioso y se mostró siempre abierto al debate dentro de la Iglesia sobre temas polémicos como el celibato, el papel de la mujer y la inclusión de la diversidad.
Su testamento espiritual
En paralelo con el anuncio de su fallecimiento, el Vaticano hizo público el testamento espiritual que el Papa había redactado en junio de 2022. En él, expresa su fe, agradece a su familia, amigos y al pueblo argentino, y deja instrucciones precisas sobre su entierro.
“Solicito que mi sepulcro sea preparado en el nicho de la nave lateral entre la Capilla Paulina y la Capilla Sforza de la Basílica de San Pedro, sencillo, sin decoración particular y con la única inscripción: Franciscus.”
El Gobierno argentino decretó siete días de duelo nacional en honor a su figura, que quedará grabada en la historia como uno de los líderes más influyentes del siglo XXI.