Catamarca vuelve a convertirse en el epicentro de uno de los encuentros de fe más multitudinarios del norte argentino. A días del comienzo formal de las festividades en honor a la Virgen del Valle, miles de devotos ya se encuentran en camino hacia el Santuario ubicado en la capital catamarqueña, donde cada 8 de diciembre se celebra la tradicional procesión central.
Como ocurre cada año, los primeros en partir fueron los caminantes. Desde San Miguel de Tucumán —una de las columnas históricamente más numerosas— ya se observan grupos avanzando por las rutas con destino a Catamarca, motivados por promesas personales, agradecimientos y manifestaciones de fe.
En los próximos días se sumarán los ciclistas, mientras que en la víspera arribarán contingentes de motociclistas y vehículos particulares que completan el grueso de la peregrinación.
El calendario litúrgico comenzará oficialmente este 29 de noviembre a las 19, con el descenso de la imagen de la Virgen desde su camarín, ceremonia que marcará también el inicio del tiempo de Adviento y la apertura de la novena. Este año, la preparación espiritual tendrá como eje la figura del beato Mamerto Esquiú, cuya vida será especialmente recordada en el marco del bicentenario de su nacimiento que se celebrará en 2026.
Ante la creciente afluencia de fieles, las autoridades catamarqueñas solicitaron extremar precauciones en rutas y accesos, especialmente durante la noche, cuando numerosas columnas de peregrinos avanzan por banquinas y arcenes durante largas distancias.
Con el movimiento ya en marcha y la icónica procesión del 8 de diciembre como punto culminante, Catamarca se prepara para vivir nuevamente una masiva expresión de fe popular que convoca a familias, promesantes y comunidades enteras en torno a la Patrona del Valle.
