La ruptura que se venía gestando dentro del peronismo finalmente se concretó. La salida de cinco legisladores incluido el tucumano Javier Noguera desarmó el equilibrio que Unión por la Patria (UP) mantenía con La Libertad Avanza (LLA) en la Cámara de Diputados y permitió que el oficialismo pase a ocupar la primera minoría.
El detonante fue la decisión del gobernador catamarqueño Raúl Jalil, quien ordenó el retiro de tres de sus cuatro representantes nacionales: Fernanda Ávila, Sebastián Nóblega y el diputado electo Fernando Monguillot. A ellos se sumó la reciente salida de Noguera hacia el bloque Independencia. El nuevo espacio catamarqueño, denominado “Elijo Catamarca”, se alinea con la estrategia que impulsan los gobernadores del Norte Grande, cada vez más distanciados de la conducción de Cristina Kirchner y críticos del predominio del AMBA en la agenda nacional.
En paralelo, LLA sumó a un legislador clave: el entrerriano Francisco Morchio, del riñón del gobernador Rogelio Frigerio. Con esa incorporación, el oficialismo alcanzó las 95 bancas, ubicándose un escaño por encima de UP.
Un movimiento quirúrgico en plena cumbre peronista
La ruptura se conoció en pleno encuentro del PJ previo a la sesión preparatoria de este miércoles, donde se definirán cargos internos y el reparto de comisiones. El golpe político dejó al peronismo debilitado en un momento estratégico y a horas de negociaciones sensibles.
La maniobra también dejó expuesto al rol de los mandatarios del Norte Grande, entre ellos Gustavo Sáenz (Salta), Osvaldo Jaldo (Tucumán), Hugo Passalacqua (Misiones) y el propio Jalil. En su última cumbre, realizada en Santiago del Estero bajo el anfitrionazgo de Gerardo Zamora, los gobernadores redactaron un documento en el que priorizan “una agenda común”, “más presencia federal” y “defensa de los intereses regionales”. Jalil asumió allí la presidencia del bloque regional.
Aún queda por saber si Zamora acompañará el movimiento: el santiagueño todavía no definió si retendrá en UP a sus siete diputados y tres senadores, un volumen parlamentario capaz de inclinar cualquier votación.
El avance libertario y el retroceso del peronismo
Mientras el PJ pierde volumen, el oficialismo libertario acumula adhesiones. En la última semana, LLA incorporó a la santafesina Verónica Razzini, al diputado de Pro Alejandro Bongiovanni y ahora a Morchio. A esa lista se sumará otro movimiento decisivo: la partida de Silvia Lospennato hacia la Legislatura porteña habilita el ingreso de la bullrichista Lorena Petrovich, quien ya confirmó que votará con LLA.
“Con tu aporte valioso estaríamos alcanzando la primera minoría”, celebró el jefe del bloque libertario, Gabriel Bornoroni, al darle la bienvenida a Morchio. El propio Javier Milei replicó el mensaje en sus redes, en señal de festejo político.
En Catamarca, la única diputada que permanecerá dentro de UP será Claudia Palladino, contenida por la exgobernadora y actual senadora Lucía Corpacci, histórica aliada de Cristina Kirchner. Es un dato significativo: Corpacci conserva un peso propio que Jalil ya no reconoce como determinante.
La reconfiguración también alcanzó al Senado, donde Guillermo Andrada referenciado en Jalil funciona desde hace meses en un nuevo espacio junto a legisladores de Jujuy, La Rioja y San Luis, bajo el sello “Convicción Federal”.
Otros distritos comienzan a romper
El cuestionamiento al liderazgo kirchnerista no se limita al NOA. En San Luis, el diputado electo Jorge “Gato” Fernández adelantó que no se integrará a UP: “Ese espacio no me identifica: se ha kirchnerizado y no lo comparto”. Fernández compitió por el Frente Justicialista, responde a Alberto Rodríguez Saá y trabaja en una estrategia conjunta con Ernesto “Pipi” Alí, otro dirigente de peso provincial que, por ahora, no rompió pero analiza sus pasos.
Si Alí también se alejara, LLA consolidaría aún más su volumen parlamentario.
Un tablero en movimiento
El oficialismo mira estos movimientos con optimismo. Tanto Martín Menem, presidente de la Cámara baja, como Patricia Bullrich, jefa del bloque libertario en el Senado, buscan consolidar un polo político que supere al peronismo no sólo en número, sino también en capacidad de agenda.
En UP, en cambio, crece el interrogante sobre cuántos más podrían seguir el camino de Noguera y Jalil. El peronismo enfrenta un proceso de fragmentación inédito desde la salida del poder y, a diferencia de otras épocas, sin una figura capaz de ordenar la dispersión.
La disputa por la primera minoría más simbólica que aritmética, pero clave para el control de comisiones y negociaciones quedó definida, al menos por ahora, a favor de La Libertad Avanza.

