El viernes 23 de mayo se realizó la primera marcha de un grupo de madres en Santa Ana, muchas de ellas integrantes del colectivo Madres del Dolor, para reclamar la construcción urgente de un Centro de Atención Primaria en Adicciones (CEPLA).
Una semana después, el viernes 30, se realizó una segunda marcha, con la participación de madres, vecinos y jóvenes. Mientras esa movilización se desarrollaba en las calles de Santa Ana, otro grupo de madres fue recibido por autoridades del Ministerio de Salud de Tucumán.
El encuentro tuvo lugar en la Hostería de Aguilares, donde fueron recibidas por la doctora María Cristina Majul, enviada en representación del ministro de Salud provincial. “Nos dijo que venía por pedido directo del ministro, a escuchar lo que necesitamos y presentar un nuevo programa”, relató Noemí Blanco, una de las referentes del grupo.
Durante la reunión, se anunció la implementación del Programa de Equipos Territoriales para el abordaje de adicciones, que se instalarán en nueve localidades del sur de Tucumán, incluyendo Santa Ana. Cada equipo estará compuesto por un psicólogo, un asistente social y un agente sanitario, capacitados para trabajar con jóvenes en situación de consumo problemático.
También se propuso articular con el Ministerio de Educación para lograr la reinserción escolar de estos jóvenes, promoviendo que puedan terminar sus estudios y reinsertarse social y laboralmente.
«Queremos un lugar para la recuperación de los chicos, una granja o espacio donde puedan hacer actividades, sentirse útiles, acompañados y aceptados por la sociedad», expresó Blanco. «No es solo salir del consumo, también necesitan un futuro».
Mientras los equipos son formalmente incorporados al sistema público, se trabajará con el Hospital Público Virtual, que contará con los contactos de las madres y los jóvenes para canalizar las atenciones y derivaciones más urgentes.
Tras el encuentro en Aguilares, la doctora Majul se trasladó a Santa Ana para reunirse con todas las madres en el hospital local, donde se reforzó el compromiso del Ministerio de continuar trabajando de forma articulada.
“Estamos cansadas de promesas. Queremos hechos, espacios reales, políticas sostenidas. Nuestros hijos merecen vivir”, concluyó una de las mujeres.
Además, durante la marcha del viernes 30, las madres llevaron un cartel de lona con un mensaje claro:
“Los colores no son nuestros enemigos, las drogas sí. Dios te ama”.
Al finalizar la jornada, ese cartel fue entregado simbólicamente al presidente del Club de Fútbol Santa Ana y, en representación del Club San Lorenzo de Santa Ana —ya que su presidente no se hizo presente—, al hincha Ramón Ferreyra.
Una de las madres remarcó con firmeza:
“La gente de Santa Ana se ama. El único enemigo es la droga”.