Marina González, de 26 años y residente de Juan Bautista Alberdi, recibió un doble milagro: la alegría de un embarazo inesperado y la recuperación de su visión tras una cirugía cerebral de alto riesgo.
En enero, Marina descubrió que estaba embarazada, pero poco después comenzó a perder la visión debido a un tumor cerebral que crecía rápidamente. Los médicos del hospital Padilla le informaron que debía someterse a una cirugía urgente para salvar su vista, pero el procedimiento ponía en riesgo la vida de su bebé.
A pesar de los riesgos, Marina y su pareja, Jonathan Molina, decidieron seguir adelante con la cirugía. Un equipo interdisciplinario de médicos y especialistas del hospital Padilla realizó una compleja operación endoscópica a través de la nariz para extirpar el tumor.
La cirugía fue un éxito. Marina recuperó la visión y su bebé no sufrió complicaciones. El Dr. Álvaro Campero, jefe del Servicio de Neurocirugía del Padilla, destacó la importancia de esta cirugía de alta complejidad realizada en un hospital público.