El vocero presidencial, Manuel Adorni, confirmó este jueves en conferencia de prensa que el Gobierno nacional lanzará una nueva etapa del Servicio Militar Voluntario, destinada a jóvenes argentinos de 18 a 28 años. La iniciativa estará coordinada por los ministerios de Defensa y Capital Humano, y buscará combinar formación en oficios, instrucción militar y tareas vinculadas a emergencias.
> “El objetivo es inculcar en los jóvenes argentinos los altos valores que siempre caracterizaron a las fuerzas armadas: esfuerzo, valor, disciplina y amor por nuestra Nación”, explicó Adorni.
El programa ofrecerá capacitación en áreas como cocinas, talleres mecánicos, vigilancia y logística, permitiendo que los participantes adquieran herramientas útiles para su futuro laboral. Además, se incorporará formación específica en respuesta ante catástrofes naturales, como inundaciones e incendios, y se extenderá la duración de la instrucción inicial.
La medida amplía el rango etario vigente, que hasta el momento abarcaba a jóvenes de entre 18 y 24 años. El Ministerio de Defensa mantiene habilitada la sección de “Incorporación de Soldados Voluntarios” en su sitio web, donde se detallan beneficios como un sueldo mensual, obra social, aportes jubilatorios, capacitación técnica y experiencia en entornos estructurados de trabajo.
Inversiones en infraestructura eléctrica
Durante la misma conferencia, Adorni anunció que el Gobierno nacional lanzará una serie de licitaciones públicas nacionales e internacionales para obras de infraestructura eléctrica con financiamiento privado por más de 6.600 millones de dólares.
El plan contempla 15 obras en distintas regiones del país, que incluyen la construcción y ampliación de estaciones transformadoras de 500 kilovatios y la instalación de 5.600 kilómetros de líneas eléctricas, lo que implicará un incremento del 38% de la red actual.
El Ministro de Economía, Luis Caputo, firmará una resolución para determinar cuáles serán las obras prioritarias dentro del Sistema Argentino de Interconexión (SADI). El objetivo es mitigar los cuellos de botella del sistema, reducir la frecuencia de los cortes de luz y mejorar el suministro de energía.
El recupero de la inversión por parte de las empresas se aplicará en las tarifas de los usuarios beneficiados una vez que las obras estén operativas, y no durante su construcción.
Según Adorni, en los últimos seis años sólo se ejecutó el 38% de las obras necesarias, y cerca del 35% de la infraestructura actual se encuentra al límite de su vida útil. “Es imprescindible avanzar en estas obras en un país preso de las distorsiones que generó el populismo energético en las últimas décadas”, afirmó.

