De un emprendimiento casero a un local propio: la historia de Pañalera Joaco Bebés, el negocio familiar que nació en pandemia y no dejó de crecer

En 2020, en medio de la incertidumbre que provocaba la pandemia, una pareja de Juan Bautista Alberdi decidió transformar la necesidad en oportunidad. Tres años después, Pañalera Joaco Bebés se consolidó como referencia para las familias de la zona.

En los primeros meses de 2020, cuando las calles estaban vacías, los comercios cerraban y el futuro parecía una incógnita, Flor y  Adrian «Titi» Lescano —una joven pareja de Juan Bautista Alberdi — encontraron en el emprendimiento una forma de sostener sus sueños. Por aquel entonces, su iniciativa consistía en vender ropa de bebé y niños, a un ritmo tranquilo, adaptándose a un contexto en el que el cuidado de la salud y la economía familiar eran prioridad.

La noticia que cambiaría sus vidas llegó en plena cuarentena: Joaquín, su primer hijo, venía en camino. La alegría se mezclaba con los temores propios de un embarazo en un momento histórico marcado por restricciones y miedos. Flor decidió concentrarse en cuidar su salud y terminar su carrera, mientras Titi asumía largas jornadas laborales para garantizar la estabilidad de la familia. El emprendimiento quedó en pausa, pero la idea de “algún día volver” nunca desapareció.

El nacimiento de Joaquín, en 2021, les dio una nueva perspectiva. Con la llegada del bebé, notaron que conseguir pañales y artículos de higiene infantil en la zona no solo era difícil, sino también costoso. “Acá no se conseguía mucho y, en cuanto a precios, ni hablar”, recuerdan. Esa necesidad, que inicialmente los afectaba como padres, se convirtió en una oportunidad de negocio.

Meses más tarde, la pareja enfrentó otro golpe: un trabajo se cerró y la incertidumbre volvió a tocar la puerta. Sin embargo, lejos de rendirse, encontraron en el apoyo de sus familias un motor clave para tomar decisiones. Fue así como nació la idea de invertir sus ahorros en abrir una pañalera. “La lamparita se encendió y nos arriesgamos. Fue la mejor decisión”, relatan.

Los primeros pasos de Pañalera Joaco Bebés fueron desde casa, con un pequeño stock y atención personalizada. El boca a boca y la perseverancia hicieron el resto: con el tiempo, lograron ampliar la oferta y sumar más productos, incluyendo la ropa de bebé que vendían en sus comienzos. En agosto de 2023, dieron un salto fundamental: inauguraron su propio local, un espacio más amplio y visible, donde hoy atienden a diario y reciben a sus clientes, muchos de ellos ya habituales.

“Joaco es nuestro motor, es quien nos impulsa día a día a seguir adelante en busca de un futuro mejor y forma parte de todos nuestros logros”, dicen con orgullo. La historia de Flor y Titi no es solo la de un negocio que creció, sino la de una familia que apostó por sus sueños incluso en los momentos más difíciles.

A un año de la apertura del local, miran atrás y sienten que el esfuerzo valió la pena. “Nunca bajamos los brazos. Cada paso que damos es gracias a quienes confían en nosotros”, agradecen. Hoy, Pañalera Joaco Bebés no solo es un comercio, sino un símbolo de perseverancia y amor, una prueba de que con trabajo en equipo, constancia y fe en el futuro, es posible transformar una crisis en una historia de éxito.