El presidente Javier Milei reconoció este domingo por la noche la derrota de La Libertad Avanza en las elecciones bonaerenses, donde el peronismo, bajo el sello Fuerza Patria, se impuso con contundencia y marcó una amplia diferencia en el principal distrito electoral del país.
Desde el búnker libertario en la ciudad de La Plata, el jefe de Estado se presentó ante la militancia y los dirigentes de su espacio una hora después de conocerse los resultados provisorios, y adoptó un tono autocrítico frente al revés electoral.
“Sin dudas en el plano político hoy hemos tenido una clara derrota y si alguien quiere reconstruir lo que hay que hacer es aceptar los resultados, hemos tenido un revés electoral”, afirmó Milei, al abrir su mensaje con una admisión explícita del impacto de la votación.
Lectura política de la derrota
El Presidente buscó trazar un análisis inmediato sobre las causas del resultado y apuntó a la estructura histórica del peronismo. “Al mismo tiempo, cuando uno mira estos resultados que por ahora están surgiendo lo que queda claro es que ellos tuvieron un desempeño en línea con lo que suelen tener en elecciones de línea ejecutiva. Han puesto el aparato que tienen desde hace 40 años y lo ejecutan de manera eficiente”, sostuvo.
En ese marco, Milei relativizó el alcance del triunfo opositor y señaló que, en su visión, el peronismo alcanzó el límite de su caudal electoral. “Ellos han hecho la mejor elección posible que podían hacer”, aseguró.
Camino hacia octubre
Lejos de clausurar el escenario político, el mandatario subrayó que el desenlace bonaerense abre un nuevo desafío de cara a la última gran contienda del año: las elecciones legislativas nacionales del 26 de octubre.
“Es un piso desde el cuál empezaremos a trabajar de cara al 26 de octubre que vienen las nacionales”, enfatizó Milei, anticipando que la derrota no marcará un retroceso definitivo para su fuerza, sino un punto de partida hacia la competencia nacional.
Autocrítica interna
El jefe de Estado también reconoció la necesidad de revisar el rumbo político y organizativo de su espacio. “Esto va a dar lugar a un profundo análisis de los resultados y una profunda autocrítica, no hay opción, vamos a corregir todos los errores, todo en lo que nos hayamos equivocado”, reflexionó.
De esta manera, Milei buscó enviar un doble mensaje: por un lado, el de la aceptación institucional de la derrota; por otro, el de la proyección estratégica hacia las elecciones nacionales, donde su gobierno se juega el respaldo legislativo clave para impulsar las reformas estructurales que mantiene en agenda.