Abel “El Bandido” Núñez recibió esa llamada que todo peleador sueña. A las 9 de la mañana, desde Buenos Aires, sonó el teléfono y del otro lado apareció Gustavo Maidana, el hombre encargado de seleccionar a los profesionales que forman parte de Chino Maidana Promotions. El mensaje fue directo, sin vueltas: querían a Núñez en la velada del sábado 28 de marzo, en la categoría peso mediano, con televisación nacional por ESPN.
Sí, Abel Núñez, el luchador de Juan Bautista Alberdi, está a un paso de subirse a una de las carteleras más importantes del boxeo argentino. De confirmarse en las próximas horas a franquicia volverá a llamarlo para cerrar rival, el Bandido será parte de las peleas preliminares del evento que se realizará en Buenos Aires y que tendrá el sello del excampeón mundial Marcos Maidana.
Un Bandido en la tierra de las grandes ligas
“Poner el nombre de Alberdi una vez más en primera línea me emociona”, le dijo Núñez a este medio, todavía con la adrenalina intacta. No es para menos: la estructura de Maidana Promotions es hoy una vidriera directa al alto nivel, con eventos de primer orden, rivales internacionales y exposición real.
El rival ya está en carpeta: Paulo Anderson, de Venezuela, un cruce exigente, de esos que no regalan nada y que ponen a prueba el carácter. Justo ahí donde Abel se siente más cómodo.
No llegó de casualidad
Nada de esto es improvisado. Núñez construyó su carrera a pulmón, desde Alberdi hacia el continente. A los 34 años, carga con un currículum que pesa tanto como sus golpes:
🏆 Campeón Tucumano (2 veces)
🏆 Campeón del NOA (2 veces)
🏆 Campeón Argentino
🏆 Campeón Internacional
🏆 Campeón Sudamericano (2 veces)
🏆 Doble Campeón Mundial
Fue figura en Perú, defendió títulos en Brasil, peleó en Bolivia y cerró eventos internacionales como protagonista. Siempre con la misma bandera: entrenar en casa, en su dojo de Alberdi, y viajar a dar la cara sin excusas.
Hambre de ring, hambre de gloria
El Bandido sabe que esta oportunidad no se negocia. No hay padrinos, no hay atajos. “Todo lo hago solo, con mucho esfuerzo y dedicación”, repite como un mantra. Y esa frase explica por qué hoy el teléfono suena desde las grandes oficinas del boxeo.
Marzo aparece en el horizonte. Buenos Aires espera. La televisión también.
Y Alberdi, una vez más, tiene a su peleador listo para dar pelea donde duele.
Porque Abel Núñez no va a mirar el evento desde abajo del ring.
Va a subir.
Y va a pelear.
Como siempre.

