En el transcurso de una hora abordó a sus víctimas en un raid delictivo cometido en distintos puntos de esa ciudad. Los hechos ocurrieron el 20 de agosto pasado. Fue sentenciado a ocho años y seis meses de cárcel.
Este viernes se realizó una audiencia convocada por la Unidad Fiscal Especializada en Robos y Hurtos de Concepción, que dirige Héctor Fabián Assad, con el objeto de presentar un acuerdo de juicio abreviado firmado con el imputado José Rodrigo Medina (23). Estaba acusado de tres violentos asaltos a mano a armada cometidos, en el transcurso de una hora, el pasado 20 de agosto, en la ciudad de Aguilares.
En la audiencia participó el auxiliar de fiscal Sergio Hernández, acompañado del instructor Lucas Gauna. En primer lugar, el funcionario del MPF hizo lectura de los tres hechos atribuidos y las evidencias reunidas por la fiscalía para probarlos. Según la acusación, el raid delictivo comenzó en las calles Ramón Simón y San Martín, a las 21.05 horas. Allí interceptó a una joven estudiante a la que le apuntó con un revolver a la altura del estómago, para robarle una mochila. Luego, alrededor de las 22.00, abordó a un joven en avenida Savio y Mitre: “dame el celular o te cago matando de un tiro”, le dijo a la víctima quién pudo escaparse del ladrón. Por último, a las 22.15, interceptó a dos adolescentes que caminaban por el pasaje Pacheco, del Barrio Ilia, a quienes luego de amenazar con el arma les sustrajo sus teléfonos celulares.
Ante la pregunta del juez interviniente, el acusado, asistido por su abogado defensor, reconoció su culpabilidad en los tres ilícitos.
Condena
Desde la fiscalía indicaron que la pena pactada entre las partes es de cinco años y seis meses de prisión efectiva por ser considerado autor penalmente responsable de los delitos de robo agravado por el uso de arma de fuego en dos oportunidades y robo agravado por el uso de arma de fuego en grado de tentativa, todo en concurso real. Asimismo, en virtud de que Miranda ya contaba con una condena condicional anterior de tres años, el MPF solicitó la revocación de dicha condicionalidad y el cómputo de ambas condenas, quedando en una pena unificada y total de ocho años y seis meses de cárcel.
El magistrado hizo lugar al acuerdo de juicio abreviado pleno y dejó firme la sentencia.