Día mundial de la lucha contra el VIH: por qué Argentina aún tiene casos de transmisión vertical y cómo pueden evitarse

En el país cada 1° de diciembre vuelve a ponerse en agenda un problema que persiste a pesar de los avances médicos: la transmisión vertical del VIH, es decir, cuando el virus pasa de una persona gestante al bebé durante el embarazo, el parto o la lactancia. Aunque Argentina cuenta con tratamientos gratuitos y protocolos claros, los casos siguen apareciendo cada año.

Los primeros síntomas del VIH, que suelen aparecer entre 2 y 4 semanas después de la infección, son parecidos a los de una gripe y pueden incluir fiebre, dolor de cabeza, fatiga, ganglios linfáticos inflamados y erupción cutánea. Algunas personas no experimentan síntomas o son muy leves en esta etapa inicial. Si sospecha que ha estado expuesto al virus, es importante hacerse la prueba, ya que no se pueden diagnosticar basándose únicamente en los síntomas. 
Síntomas de la infección aguda (primeras semanas)
  • Fiebre y escalofríos
  • Dolor de cabeza
  • Fatiga o cansancio
  • Dolor de garganta y/o llagas en la boca
  • Ganglios linfáticos inflamados
  • Erupción cutánea
  • Dolor muscular o articular
  • Sudoración nocturna
  • Diarrea
  • Pérdida de peso 
Después de la etapa aguda
  • Etapa crónica: Después de la infección aguda, el VIH puede no causar síntomas durante años. Algunas personas pueden tener síntomas leves.
  • Etapa de SIDA: La etapa más avanzada, el SIDA, puede comenzar después de 8 a 10 años sin tratamiento y se caracteriza por síntomas como pérdida de peso extrema, fiebre, fatiga extrema, diarrea, y la aparición de infecciones oportunistas como neumonía. 
Es crucial entender que los síntomas no son un método de diagnóstico fiable y pueden variar de una persona a otra. La única forma de saberlo con certeza es realizando una prueba de VIH. 

 

Por qué siguen ocurriendo casos

Según especialistas, la mayoría de las transmisiones verticales se producen por situaciones prevenibles:

  • Diagnóstico tardío o ausencia de controles prenatales, lo que impide iniciar el tratamiento a tiempo.
  • Interrupciones en el acceso a la medicación, especialmente en personas que no continúan el seguimiento o no reciben asistencia adecuada.
  • Falta de testeo temprano, tanto en el embarazo como en el momento del parto.
  • Desconocimiento sobre la importancia de evitar la lactancia materna cuando la persona tiene VIH detectable o no tratada.

Cómo pueden evitarse

La transmisión vertical es prácticamente evitable cuando se cumplen los protocolos:

  • Test rápido y gratuito durante el embarazo: detectar a tiempo permite iniciar tratamiento inmediato.
  • Terapia antirretroviral: si la persona gestante tiene carga viral indetectable, el riesgo de transmisión es mínimo.
  • Controles prenatales regulares para ajustar medicación y monitorear la carga viral.
  • Parto y manejo hospitalario adecuados, según cada caso.
  • Elección segura de la alimentación del bebé, evitando la lactancia cuando corresponde.

Organizaciones comunitarias y equipos sanitarios remarcan que la clave es simple: diagnóstico temprano, tratamiento sostenido y acompañamiento adecuado. En este Día Mundial de la Lucha contra el VIH, el llamado es claro: con acceso a controles y medicación, ningún bebé debería nacer con el virus en Argentina.