Manuel Alberto “Chuky” Sárate fue visto por última vez el 23 de febrero en la ciudad de Aguilares. Su madre encabeza cada rastrillaje junto a la Policía, pero el caso se volvió un enigma: no hay testigos, no hay registros en cámaras y las pericias, hasta ahora, no arrojaron resultados.
El 15 de mayo a las 18:00, la Policía de Tucumán dio por finalizado otro operativo de rastrillaje sin novedades. Era el tercer tramo del amplio dispositivo desplegado por la Unidad Regional Sur (URS) para intentar encontrar alguna pista sobre Manuel Alberto Sárate, conocido por todos como “Chuky”, el joven que desapareció hace casi tres meses sin dejar rastro.
Los procedimientos abarcaron un extenso territorio: desde calle Jujuy hacia el sur, el canal Michel al norte, la vieja traza de la Ruta Nacional 38 al este, y el camino a Monterrico al oeste, cubriendo el corredor entre Aguilares y Alto Verde. A pesar del despliegue policial, las tareas de búsqueda no arrojaron resultados.
La madre del joven, Neli Soledad Sárate, acompaña desde el primer día cada procedimiento. «Estamos acá en el camino de Alto Verde, haciendo rastrillaje donde están las cañas. Toda la semana se ha trabajado, pero no aparece nada. Parece que la tierra se lo ha tragado a mi hijo», expresó con impotencia. Según explicó, el operativo del jueves fue el último programado hasta el momento: “Mañana ya se termina, eso nos dijeron, pero todavía no tenemos nada, nada”.
Sobre el trabajo de las pericias, Soledad también mostró su desconcierto: “Dicen que no pudieron sacar nada, que no hubo resultados. Y todavía faltan otras más. La Policía decía que estaban mandando informes, pero nosotros seguimos esperando. No tenemos ninguna respuesta concreta”.
Cuando se le preguntó si contaba con apoyo legal, fue sincera: “Tengo el abogado de la Fiscalía nada más, porque no tengo plata para pagar uno por mi cuenta. Pero no pasa nada todavía”.
El dolor de no saber dónde está su hijo se mezcla con la incertidumbre: “Me dijeron que él había salido a la ruta, pero en las cámaras no se ve nada. Y es raro, porque esas cámaras muestran todo. Es muy raro todo esto”.
Una investigación compleja
La denuncia formal por la desaparición de “Chuky” fue realizada el 25 de febrero de 2025 por su madre, quien informó que no sabía nada de él desde el día 23. La investigación está a cargo de la Unidad Fiscal Especializada en Usurpación, Estafa y Cibercriminalidad del Centro Judicial Concepción, lo que da cuenta de que una de las hipótesis posibles apunta a un posible entramado delictivo más complejo.
Desde entonces, se realizaron tareas de inteligencia criminal, relevamientos de cámaras en diversos puntos de Aguilares, entrevistas a allegados y vecinos, y múltiples rastrillajes, incluso en basurales, cañaverales y zonas periféricas. También circularon diferentes versiones sobre su desaparición, pero ninguna pudo confirmarse hasta ahora.
La incertidumbre y el paso del tiempo
A medida que los días pasan, la falta de indicios se vuelve más inquietante. El caso de “Chuky” Sárate ha movilizado a la comunidad, pero también ha evidenciado lo difícil que puede ser enfrentar una desaparición en contextos donde los recursos son limitados y las pistas, escasas.
Mientras tanto, Soledad Sárate continúa esperando una respuesta.
“No tengo intuición de nada, como buscamos en tantos lugares, no sé qué pensar. Yo no lo vi más. No sé qué pasó. No tenemos nada”.
El caso sigue abierto y la investigación continúa. La Policía aseguró que aún quedan pericias pendientes y que no se descarta ninguna línea. Pero la realidad es que, al día de hoy, no hay rastros de Chuky.