El Gobierno de Tucumán dispuso la baja inmediata del jefe y del subjefe de la Unidad Regional Norte (URN) de la Policía provincial, tras comprobar que presos y efectivos policiales habrían sido empleados para realizar tareas de albañilería en una obra privada ubicada en la zona de El Cadillal.
El escándalo se desató luego de que el ministro de Seguridad, Eugenio Agüero Gamboa, recibiera una denuncia anónima señalando que el jefe de la URN, comisario mayor Gustavo Beltrán, estaría utilizando detenidos y personal policial para construir una casa particular.
Por orden del gobernador Osvaldo Jaldo, Agüero Gamboa dio intervención a la Fiscalía de Estado, a cargo de Gilda Pedicone de Valls, que envió funcionarios al lugar este martes para verificar la situación.
Al arribar, se constató la presencia de dos internos provenientes de la comisaría de Chuscha (Trancas) y al menos un agente policial trabajando en la vivienda.
Frente a la gravedad de los hechos, el ministro ordenó la intervención inmediata de la Justicia y se desplazó personalmente hasta El Cadillal para supervisar las actuaciones.
Depuración interna y sanciones
Fuentes de Casa de Gobierno confirmaron que Gustavo Beltrán y Sergio Juárez, su segundo al mando, serán dados de baja de la fuerza en las próximas horas, mientras avanza la investigación judicial y administrativa.
El caso se enmarca en un proceso de depuración interna de la Policía de Tucumán, impulsado por el jefe de la fuerza, Joaquín Girvau, y su subjefe Roque Yñigo, con el objetivo de erradicar prácticas irregulares dentro de la institución.